La Propiocepción Confundida del Nadador (2)

El sentido del agua

Durante la etapa de crecimiento, muchos nadadores experimentan modificaciones en sus segmentos corporales que dificultan el mantenimiento de la técnica de nado y se hace imprescindible el mantenimiento de una actitud proactiva en los entrenamientos para conservar y desarrollar si cabe, la optimización de determinadas acciones. El cambio a un cerebro adulto, implica la mielinización progresiva del sistema nervioso mejorando la conducción de los impulsos y asociado a ello, se producirá una poda neuronal de los circuitos menos usados dejando lo superfluo de lado y pasando a un pensamiento más analítico que relaciona con mejor racionalidad el trabajo que realiza. Éste es el momento de comenzar a introducir relaciones lógicas a nivel cognitivo para conformar una técnica bien organizada para el futuro. Lo emocional y lo racional comienza a tener todo el sentido y la fuerza necesaria para conseguir nuestro propósito.
 
Mientras el nadador adolescente es capaz de comenzar una nueva organización propioceptiva, ya que su esquema corporal ha sufrido alteraciones en la morfología y debe reorganizarse, la tarea diaria debe tener un control en la ejecución de las series de entrenamiento y las instrucciones o consignas tendrán que estar bajo la tutela de los materiales proactivos, la utilización de las series multitécnica y la condición de “paradoja perceptiva” en las consignas de feed-back que aportemos a nuestros nadadores o triatletas,  que debemos utilizar con total subjetividad dependiendo de los mismos, ya que la información que reciben dista en mayor o menor medida según el sujeto. “Si un nadador flexiona excesivamente las piernas por las rodillas, deberemos decirles que naden con las piernas totalmente extendidas y bloqueando las rodillas”, de esta manera, conseguiremos que la postura incorrecta vaya remitiendo, aunque el deportista lo reciba como una “exageración”, el resultado objetivo será el que realmente estamos buscando. Nuestra aportación como refuerzo insustituible, sería la grabación e inmediata exposición al deportista para conseguir la consolidación de un esquema corporal “real” donde se superpongan las dos imágenes, la personal y subjetiva con la real y objetiva.
 
Las neuronas espejo, también tienen mucho que decir y hacer. Situadas en la corteza motora primaria, actúan como espejo en la observación por el deportista y se presentan como una herramienta clave de ayuda al entrenador. Los deportistas autónomos y que no gozan de la supervisión y retroalimentación de un profesional, deberían usar este sistema referencial como ayuda a su auto-proceso personal de construcción técnica, teniendo en cuenta que no representa más que una aportación más.
 
¿Cuántas veces hemos visto nadadores o triatletas con estilos de nado semejantes, tanto de alto nivel de ejecución como de bajo nivel? No se puede evitar su puesta en acción, a nuestro cerebro le gusta la imitación y debemos usarla en nuestro beneficio. Los animales cercanos a nosotros en la escala filogenética, disponen de gran número de neuronas espejo y por tal motivo pueden emular acciones del ser humano. En nuestro objetivo de conformar un esquema motriz óptimo y personalizado, real y ajustado a la propiocepción del nadador, usaremos la observación de alumnos aventajados por los demás como parte integradora del proceso general.
 
Las pequeñas pinceladas que exponemos en estos post, son herramientas que cada entrenador o deportista debe experimentar, usar y validar, unidas a tantas otras que personalmente utilice, para mejorar las posibilidades de éxito en beneficio del proceso enseñanza-aprendizaje tan importante en esto del entrenamiento deportivo de mejora del rendimiento.  Discriminar entre lo útil y lo imprescindible, en muchas ocasiones es una decisión que puede reportarnos dudas.
 
“La evolución no siempre se ve con claridad, se descubre mientras se evoluciona…”
 
J. Bonal Pedrón
 
 
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